Enfermedades Hepáticas
El hígado es un órgano vital, este de mayor tamaño dentro del cuerpo, ayuda al organismo a dirigir a los alimentos, debido a la actividad metabólica que se desempeña en nuestro cuerpo además se encarga de almacenar la energía por medio de los nutrientes que almacena para que estos puedan ser utilizados por el organismo una vez que sean procesados en caso de que este no funcione de manera adecuada puede surgir alguna de las enfermedades hepáticas.
Además de esto, el hígado desempeña funciones únicas y vitales por ello se considera un órgano muy importante, al mismo tiempo que también es considerado como una glándula que es de color rojo pardo, el cual tiene un aproximado de 20cm de ancho y pesa alrededor de 1-1.5 kg, el cual se localiza en la parte superior derecha, en el hipocondrio derecho del abdomen muy cerca del estómago este se subdivide en cuatro el lóbulo derecho, izquierdo, caudado y cuadrado.
Cada una de las funciones del hígado son muy importantes para la digestión de los alimentos y las principales son:
Además de esto, el hígado transforma la grasa de la alimentación y la cumula como fuente de energía, en cuyo caso la persona desarrolla una enfermedad denominada esteatosis hepática, que es cuando hay una acumulación de grasa en el hígado, está perjudica su funcionamiento.
Además de ser parte primordial de la digestión, el hígado desempeña muchas funciones importantes en el organismo, pero existen otras funciones del hígado estas son:
¿Cuales son las enfermedades que sufre el hígado?
El hígado tiene una gran capacidad de regenerar, por lo que se puede donar parte del hígado, haciendo la donación en vida y este se regenera por sí solo. Sin embargo, hay muchas enfermedades hepáticas que pueden afectar este órgano como la hepatitis, el hígado graso y la cirrosis. Estas son las enfermedades del hígado:
Síntomas de las enfermedades hepáticas.
Cuando el hígado se encuentra afectado por alguna enfermedad los síntomas de las enfermedades hepáticas pueden variar, pero regularmente estas incluyen hinchazón del abdomen y las piernas, algunos personas tiene moretones que se hacen con mucha facilidad, cambios en el color de las heces y la orina, cambio de color en la piel y ojos amarillentos o ictericia.
Sin embargo, el hígado también puede estar comprometido y la persona no presenta ningún síntoma, siendo descubierta alguna alteración al realizar los análisis pertinentes en sangre con los que se evaluarán las enzimas hepáticas como ALT, AST, GGT y bilirrubina o a través de exámenes de imagen como la tomografía o ecografía.
Lon síntomas de la enfermedad hepática puede ser diferente y esto gracias a que existen muchos tipos, a menudo no existen síntomas por ello lo más recomendable es que te realices un chequeo periódico sobre el estado general de tu cuerpo, con pruebas de imagen o de función hepática con la que logres comprobar si hay algún daño en el hígado o en caso de que se te diagnostique alguna enfermedad en el hígado.
Causas de las enfermedades hepáticas.
El dolor en el hígado se localiza regularmente en la región superior derecha del abdomen esta puede ser señal de enfermedad como infecciones, obesidad, colesterol o cáncer lo que puede ocurrir debido a la exposición de sustancias tóxicas como el alcohol, detergentes o incluso por el exceso y abuso de medicamentos.
El tratamiento al dolor en el hígado depende de la enfermedad que sea originada y de los síntomas asociados sin embargo también puede prevenirse vacunándose contra ciertas enfermedades hepáticas, la cual es llevando una alimentación equilibrada, practicando actividad física y evitando ciertos comportamientos de riesgo como compartir jeringas o con la práctica de relaciones sexuales sin protección.
1.- Infección: Este órgano, puede ser infectado por algún virus o parásito, el que causa inflamación y cambios en su funcionamiento, los tipos más comunes de infección en el hígado son la hepatitis A,B,C, las cuales son transmitidas por algún virus, lo que además puede provocar dolor en el hígado, también puede ser causante de síntomas como la falta de apetito, mareos y vómitos, cansancio extremo, dolor en los músculos y en las articulaciones, dolor de cabeza, sensibilidad a la luz, heces claras, orina oscura, piel y ojos amarillentos.
La hepatitis A se puede transmitir a través del contacto con el agua o los alimentos contaminados, la hepatitis B y C puede ser transmitida generalmente a través del contacto con sangre o secreciones contaminadas, esto puede ser asintomática, aun así es necesario realizar un tratamiento para evitar el deterioro del hígado.
Cuando esto ocurre, como tratamiento se recomienda que para la hepatitis este consiste en el uso de medicación durante 6 u 11 meses, depende del tipo de hepatitis que sufras y las recomendaciones de tu médico además de la respuesta de tu cuerpo con respecto al tratamiento, debiendo hacer una alimentación de fácil digestión, incluyendo alimentos como por ejemplo gelatina, pescado y arroz.
La hepatitis en la mayoría de los casos tiene cura, esta debe ser diagnosticada a tiempo y realizar correctamente, aumenta el riesgo de desarrollar cirrosis y cáncer de hígado. La hepatitis puede prevenirse también con las vacunas contra la hepatitis A y B, evita compartir jeringas y adopta buenas medidas de higiene en los alimentos.
2.-Enfermedades auto inmunes: Esta es una de las enfermedades en el sistema inmune de la persona pues ataca a su propio cuerpo, lo que puede también afectar el hígado, ejemplo de ello la hepatitis auto inmune, la cirrosis biliar primaria y la colangitis esclerosante primaria.
La hepatitis autoinmune es una enfermedad muy extraña, con la cual el organismo ataca las células del propio hígado lo que causa inflamación y provoca síntomas como dolor abdominal, piel amarillenta o mareos. La cirrosis biliar primaria consiste en la destrucción progresiva de los conductores biliares localizados en el hígado y la colangitis esclerosante está principalmente provoca su estrechamiento causando el surgimiento de síntomas como por ejemplo la fatiga y comezón en la piel, pudiendo provocar cirrosis e insuficiencia hepática si no es debidamente tratada.
Esto se puede tratar ya que tiene cura, la hepatitis autoinmune puede tratarse con un trasplante de hígado, el cual se utiliza en los casos más graves, sin embargo, la enfermedad puede ser controlada con el uso de corticoides como la Prednisona o inmunosupresores como la Azatioprina.
También se recomienda una alimentación variada y equilibrada, evitando la ingestión de alcohol y alimentos con alto contenido de grasa. En la cirrosis biliar primaria y con la colangitis esclerosante, se utiliza el ácido ursodeoxicólico como tratamiento, siendo esta una sustancia natural que se produce en el hígado de forma fisiológica, reduciendo la velocidad con la que la enfermedad evoluciona, evitando el surgimiento de una cirrosis.
3.-Enfermedades genéticas: El dolor en el hígado también puede ser provocado por enfermedades genéticas que causan la acumulación de sustancias tóxicas en el hígado, como algunas de ellas que son la hemocromatosis hereditaria, lo que es provocada por la acumulación de hierro con exceso en el cuerpo, el oxaluria lleva al aumento de ácido oxálico en el hígado o enfermedad de Wilson en la que hay una acumulación de cobre.
La hemocromatosis puede ser tratada al evitar los alimentos que contengan grandes cantidades de hierro como carnes rojas, espinacas o frijoles verdes. En algunos casos la oxaluria, debe reducir el consumo de oxalato presente en los vegetales verdes oscuros como las espinacas y en frutos secos como las nueces por ejemplo, en caso más grave puede causar daño a nivel renal lo que provoca que el cuerpo tenga que ser dializado, e inclusive con un trasplante de hígado o riñón.
4.-La hepatitis alcohólica: es causada por la ingesta en exceso de bebidas alcohólicas, las que causan síntomas como fuertes dolores abdominales, náuseas, vómitos y pérdida de apetito y si no se trata puede provocar graves lesiones en el hígado. El tratamiento consiste en la suspensión de la ingestión de alcohol y el uso de medicamentos como el ácido ursodesoxicólico o fosfatidilcolina, que reducen la inflamación del hígado y se alivian los síntomas, en casos más graves la única solución es un trasplante de hígado.
Mi seguro de Gastos Médicos Mayores cubre enfermedades hepáticas?
Como vimos anteriormente las enfermedades hepáticas son causadas por varios excesos, con ello lo más importante que debes tomar en cuenta es cuidar tu cuerpo y estar pendiente de él con estudios y análisis clínicos de chequeo, algunos seguros cubren estos debido a que los seguros de gastos médicos como una de sus funciones y/o beneficios es preservar la salud.
En respuesta a cuando ya se sufre de alguna de estas enfermedades tu póliza de gastos médicos mayores cubrirá tu atención y dependiendo de la cobertura el tratamiento ya sea con medicación o en un caso extremo el trasplante del órgano. Solo debes leer bien tu póliza con términos y condiciones para que hagas valida tu póliza de seguros y disfrutes de tu salud.
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